sábado, 6 de agosto de 2011

EREMUS, en los mejores cines

Año 739 a.C. época de crisis, época de guerra, destrucción y desolación entre los hombres. El Pueblo de Israel ha sacado a Dios de su vida, y otro pueblo, los Asirios, sedientos de victoria, gloria y sangre, arrasarán con todo lo que encuentren por su camino dejando terribles consecuencias. El Pueblo de Israel experimentará el terror, el dolor; pero tambien volverán a sentir el Amor de Dios. Un entrañable relato que no gana el pueblo más fuerte, sino aquel que logra acercarse a Dios. Se mostrarán historias paralelas a lo largo de una increíble banda sonora, el reencuentro entre madres e hijos perdidos o un jefe de ejército que siente el dolor del arrepentimiento. No te la puedes perder.
 

Día de padres

Mañana, último domingo del campamento, celebramos el día de padres. Como todos los años os acogemos en el campamento para pasar el día.

En la pestaña "Dónde vamos" tenéis todas las indicaciones para poder llegar con bien.


Os recuerdo:

- Las puertas de las instalaciones se abrirán a las 12 de la mañana. Antes de esa hora los niños tienen tareas que realizar. 
- A las 12:30 aproximadamente celebraremos la eucaristía a la que podéis asistir siempre que queráis.
- Debéis traer comida para vosotros y para vuestros hijos, ya que este día está cerrada la cocina, aunque sí os serviremos café.

- Traed también mesas y sillas de campo porque aquí no hay para todos. 
- Dejad espacio en los coches porque al volver os lleváis a vuestros hijos y sus mochilas. Si alguno no puede ir ese día, comunicadnos si alguna otra familia se hace cargo de vuestros hijos. Si no es así, nosotros nos ocuparíamos de hacer que regresen a Salamanca.


¡Ven con nosotros a Gil García!

Nuestras idolatradas cocineras

En Babilonia se come muy bien, pa' que nos vamos a engañar.


Lola y Carmen

Hablar, somos profetas

Juanjo ha hecho mucho hincapié en intentar lavar nuestro lenguaje, desterrar de nosotros las palabras mal sonantes. Isaías vino ayer, y nos ayudó a confesar con nuestra boca los pecados.

«¡Ay de mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros y vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Yavéh de los Ejércitos!» Is 6, 5
El cristiano vive santificando cada jornada, dando gracias. Quejarse de todo es una costumbre que hay que erradicar, porque significa vivir en la exigencia y con cara de amargado todo el día. Esto está muy lejos de la humildad.

 Hoy, Ezequiel, nos da una muy buena noticia, pronto volvemos a casa:
Los sacaré de las naciones, los reuniré de entre los pueblos y los traeré de vuelta a su tierra. Ez 36, 24